Cuando
llegamos a Balaguer se puso a llover, aunque durante todo el día fue soleado y muy agradable de temperatura.
Llegamos
hasta la misma puerta del restaurant Cº Casa Casso con el microbús, así que no nos mojamos.
Ya
sentados en la mesa comenzamos con unas sardinas en adobo acompañadas con un
mezclum de hojas verdes y un agradable aliño.
La
esqueixada de bacalao fresco, solamente aliñado, me sorprendió y a la vez me gustó mucho. El nombre proviene del catalán y significa desmenuzar, desgarrando la materia, en este caso, el bacalao fresco. Es un plato que se prepara en la zona de Balaguer y Agramunt.
Hay varias maneras de preparar esta gollería para el paladar. También recibe el nombre de esqueixada “Poti-poti”.
Unas
croquetas de excelente factura fueron degustadas con satisfacción.Vino después un arroz caldoso con setas (trompetas de la muerte) y crujiente de alcachofa, bien ejecutado y de textura muy agradable.
El huevo sobre unas patatas semi fritas/cocidas ay liñadas fue muy bien aceptado, la pega que estábamos de picoteo, el plato era para compartir y la verdad la yema de un huevo frito tienen mala partición.
Un pulpo cocido y acompañado con unas patatitas vino después del huevo. La cocción del pulpo perfecta, el sabor de las aromáticas que le acompañaban no fueron al 100% de mi gusto,
Sin embargo estas habitas tiernas y unos chipirones salteados, perfectos.
El postre a base de lácticos y fresa fue de mi agrado al 100%
En la mesa el miembro de Slow Food Terres de Lleida (el nombre lo pondré cuando me lo confirmen), Josep Pamies y Alberto Lopez de Ipiña de Slow Food Conviviun Araba-Álava
El Sr……… relatándonos los trabajos que está realizando el Copnvivium de Terres de Lleida, enfatizando sobre el logro significativo de la recuperación de la ya casi extinta raza de Cabra Catalana, oficialmente se dio por extinguida en 2005.
Gracias
a la investigación y buen hacer del grupo de Slow Food de Lleida encontraron
que Ton Pellisser, un ganadero
de Sant Salvador de Toló, en el Pallars Jussà, tenía en su rebaño unos ejemplares
de la raza auténtica cabra catalana, los animales se han hecho célebres gracias
al descubrimiento por esta asociación de estos ejemplares. Como bien saben Slow
Food tiene entre sus objetivos, precisamente, la recuperación de especies y
variedades autóctonas tanto de flora como de fauna.
En total se han conservado unas 40 cabras, de las cuales
22 han sido adquiridas por el grupo leridano y trasladadas a una explotación
ganadera de Vilanova de Meià. Allí se llevará a cabo un proyecto de
conservación y reproducción para garantizar la continuidad de esta especie
ancestral, especialmente característica de la zona de Lleida, y analizar su viabilidad
como productoras de leche y como agentes en la gestión forestal, por ejemplo el
papel que pueden desempeñar en la limpieza de bosques.
¡Enhorabuena por el trabajo bien hecho!
La velada fue muy agradable y enriquecedora.
La próxima entrega comida en el "Jardín Botánico (explotación hortícola) de Casa Pamies" dejando para final la visita turística que realizamos por Balaguer.
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