Un
grupo del Convivium de Slow Food de Araba-Álava fuimos el pasado 3 de mayo a
Lleida para confraternizar con el Convivium de Slow Food de Terras de Lleida y
las sociedades gastronómicas de la ciudad, visitar las instalaciones Pamies, Viñedos
y bodega Lagravera, girar una visita turística por Balaguer y reponer fuerzas
con la rica y bien oficiada gastronomía de la zona
Una
vez llegados a Lleida y ubicados en el Hotel NH Pirineos vinieron dos
representantes
de la sociedad gastronómica Lo Tall para indicarnos el camino del Hotel a la sociedad gastronómica en la que íbamos a cenar, cena en la que estuvieron representantes de las otras 6 sociedades gastronómicas con que cuenta Lleida.
Una vez en la sociedad gastronómica esperamos tomando un aperitivo a que llegasen el resto de representantes de las otras 6 sociedades gastronomicas de Lleida,
Durante la corta espera me
acerqué por la cocina para ver lo que se cocía y me encontré con esta soberbia
cazuela de caracoles guisados a la gormanda.
y esta otra de conejo guisado.
Ya
todos sentados a la mesa se comenzó con unas palabras de bienvenida por parte
del Presidente de la sociedad Lo Tall al que respondió nuestro presidente del
Convivium Araba-Álava Alberto Lopez de Ipiña.
El
Sr. Ipiña dijo en su alocución que esperaba que el futuro hubiese más
encuentros de este tipo tanto en Vitoria como en Lleida.
Sin
mucha palabrería por parte de los dos oradores, ya que emplearon las justas,
comenzamos a degustar los productos que tenían preparados.
Comenzamos
con los caracoles que según nos informó el oficiante del plato estuvieron
hechos como sigue:
Se
ponen los caracoles vivos, después de lavados en la cazuela con un poco de
aceite, sin calentar, la cazuela se va calentando suavemente y conforme el
caracol va notando la suave temperatura, comienza a sacar su cuerpo y al ir
aumentando este los caracoles fenecen con parte del cuerpo fuera.
Una
vez el caracol muerto se salpimientan y se aromatizan con yerbas, que en este
caso han sido tomillo, laurel, ajos y algo de guindilla, conforme se van
cociendo los caracoles en su jugo se les echa un poco de miga de pan y un
chorreón de brandy. Cuando el jugo de cocción se va consumiendo el aceite se
deja ver y es el momento en que los caracoles tendrán adherido a la cascara un
película de la salsa, tomillo etc.
El
resultado un caracol sabroso, con todo el sabor a campo y francamente
deliciosos.
Los
caracoles venían escoltados por dos salsas, un alioli y una vinagreta con tomate
triturado y aromáticas.
Por
nuestra parte llevamos unas morcillas para tomarlas de entrante, así que se
asaron y fueron servidas. Este producto de nuestra tierra fue degustado con
satisfacción por nuestros anfitriones.
Continuamos
con un conejo en salsa con setas, a pesar que me dijeron el tipo de setas, mi
neurona, ya algo débil, no lo registró en mi cerebro y al averiarse mi
grabadora, no pude grabar y para no equivocarme no diré el nombre de las
mismas.
Al
plato de conejo una vez servido se adornaba con unas alcachofas fritas y con un crujiente rebozo.
Plato redondo y si lo hubiesen presentado en alguna ocasión al concurso de
tortilla y conejo de Llodio, hubiese sido premiado y se lo que digo ya que
durante varios años soy miembro del jurado de este evento gastronómico.
Terminada la cena el cocinero fue muy aplaudido.
Seguirá Visita al centro de horticultura Pamies en Balaguer.
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