lunes, 18 de agosto de 2008

XXXI Concurso Gastronómico "Rakataplá" 2008 Laudio-Llodio (Alava)

Una año mas, ya son 31, la sociedad RCG Rakataplá fundada en 1906 organizó el XXXI Concurso gastronómico, participación popular, en las modalidades de Tortilla de patatas y conejo guisado, en el bonito municipio alavés de Laudio-Llodio donde radica la sede social de la Sociedad Rakataplá.
El nombre de la sociedad, como ya lo deje apuntado en el mismo evento del año anterior, viene de que a los integrantes de esta sociedad les gustaba jugar a los bolos en el Bolatoki de Gardea y se ve que cuando alguno tiraba los bolos decía “Rakataplá”, onomatopeya del ruido que hacia la bola por la tabla y tiraba los bolos.
La sociedad tomo cuerpo el día de Reyes en la fuente del Espino donde los primeros integrantes de esta sociedad hacían un alto en sus paseos para almorzar.

En el cartel anunciador del concurso se pueden ver las bases y los premios que se reparten, en total 90 para un total de 122 preparados de tortilla y 120 de conejos que presentaron sus platos para evaluación, en total había apuntados 147 participantes, pero muchos a pesar que sus preparaciones tenían buena pinta a última hora optaron por no presentar sus platos para ser evaluados por el jurado.
Los concursantes pueden utilizar como fuente calorífica bien el butano o el fuego de leña.

Esta es la carroza de la sociedad Rakataplá, que durante las fiestas de San Roque de Laudio-Llodio esta ubicada en los aledaños de la Avenida Zumalakarregui en la que nada más llegar los miembros del jurado nos solemos reunir intercambiar pareceres y aunar criterios de evaluación.
Parte de los miembros del jurado, no habian llegado, el grupo que venia en diferente medio de trasnporte.

Los miembros del jurado en el interior de la carroza, preparándose para la ardua tarea de evaluar, entre las dos modalidades, 242 platos y como tenemos que tener el paladar y estomago bien preparados, pues eso, que lo estamos preparando con un aperitivo. Los premios como he reseñado al principio son 90, que se dividen 5 para la modalidad de conejo, 5 para modalidad de tortillas y 80 para la clasificación combinada de las dos especialidades.
Premios para los primeros clasificados en la combinada y la Txapela de campeón..
Y más premios para más concursantes.
Una vista parcial del área de las cocinas de butano, en el fondo se puede apreciar el humo de las cocinas de leña.
Para que hagáis una idea de cómo tienen que trabajar los concursantes, unos vienen preparados y con “comodidades” y otros trabajan a nivel de suelo. Los que utilizan fuego de madera tienen que trabajar a nivel de suelo ya que el foco calorífico está sobre una cama de arena (para no dañar el asfalto de la calle) sobre el que están las maderas hechas ya brasas en muchos casos.
Un concursante trabajando con butano e instalada su cocina sobre una mesa de camping.
Otro concursante que trabaja con fuego tradicional usando leña de combustible.
En mi paseo por “los fogones” con el solo objeto de sacar unas fotografías pude observar y fotografiar preparaciones que tenían muy buena factura, tal vez algunas de ellas luego serían ganadoras si pasaban el severo control evaluativo del jurado. Aquí podemos ver una tortilla de buena presencia, a pesar de ello su clasificación en tortillas estuvo por la zona media
Una cazuela de conejo guisado, el aceite debe de costarles poco a estos concursantes ya que se aprecia en la superficie un exceso considerable. El oficiante trata de quitarlo.
Ahora quiero presentaros como después de voltear la tortilla, ya cuajada por una cara, con que delicadeza el oficiante retorna la tortilla a la sartén por la parte cruda.
Creo que en la secuencia fotográfica se aprecia la delicadez y suavidad con que trabaja el Chef.







Y todo esto con el espinazo en ángulo recto.
Continuando mi paseo por los fogones capté esta imagen, por su vestimenta me llamó la atención y le pedí permiso para hacerle una fotografía y publicarla en el blog, permiso concedido, ofició sus dos platos sin ayudantes y cosas de la vida fue la triunfadora del certamen.
Los concursantes entregando sus platos ya terminados a la organización para posteriormente ser evaluados por los jurados. Tanto las cazuelas de conejo guisado como
las de tortillas de patatas empiezan
a cubrir la mesa.
Lo mismo hacen las cazuelas de conejo guisado
Ya metidos en harina empezamos la evaluación de los platos presentados.
Miembros del jurado en plena cata para emitir su veredicto. Como podréis daros cuenta, los que leáis estas líneas, evaluar tantas preparaciones de tortilla y conejos, es una labor ardua y lenta, así que los miembros del jurado nos dividimos en grupos de 2, cubriendo los tres apartados de evaluación, "presentación, punto y gusto", por lo tanto y para el punto del conejo, que es lo que yo evalúo estamos 4, divididos en dos parejas, vamos evaluando cada grupo de 2 por cada lado de la mesa, vamos a la misma velocidad y si algún preparado por sus características precisa del voto de los cuatro, lo podemos hacer fácilmente y creo que cubrimos con bastante rigor esta fase de la evaluación, para el resto de catas, por supuesto se sigue el mismo sistema. De esta manera en una hora y pico la evaluación de todos los platos está realizada. Las hojas de notas pasan al informático y en muy poco tiempo las listas con las diferentes clasificaciones y empieza el reparto de premios.
Quiero hacer una pequeña reflexión sobre las preparaciones de conejo, las había de muy buena cochura y gusto, pero se quedaban en la medianía de la clasificación debido a la cantidad de aceite empleado en la ejecución del plato, había cazuelas que tenían el centímetro de aceite flotando en la superficie.
Miembros del jurado pensativos para dar la más justa puntuación al plato que están catado.

Lo mismo sucede con los que estuvieron dedicados a la evaluación de tortillas.
En esta instantánea vemos al miembro del jurado “Txipi”, el veterano del grupo.
Y llegó la hora de que la organización diese a conocer la lista de ganadores, en esta instantánea vemos a Ángela que fue la segunda clasificada en la modalidad de Conejo y Ganadora en la modalidad combinada. La entrega del premio como ganadora y Txapela de campeona no la tengo registrada ya que primero se repartieron los trofeos pra las tortillas, conejo y combinada, empezando esta última por el 10º clasificado hasta el 90º, la verdad no me apetecia estar tanto tiempo de pie.
Una cosa que se sigue viendo es la participación de gente joven e incluso niños, ayudados por sus padres.
Aquí vemos a un satisfecho ganador mostrando su trofeo al público que llenaba la Avenida de Zumalacarregui.
A continuación paso a poner las clasificaciones de los cinco primeros en cada modalidad

Categoría Tortilla de patatas
1º Txoko Oilogarri 90 puntos de los 100 posibles.
2º Ane Miren Etxea 89 puntos
3º Zerroka 88 puntos
4º Txusaterrietak Tsiki Zaspi 87 puntos
5º Txoko Olabarri IV 86 puntos

Categoría Conejo
1º Satortxoa eta Kirru 74 puntos (Mismo puesto que el año pasado)
2º Angela 73 puntos
3º Juanjo y Marisa 72 puntos (Mismo puesto que el año pasado)
4º Pitxku Bat 71 puntos
5º Irati Oier y Ane 70 puntos

Categoría combinada Conejo y tortilla de patatas
1º Angela 153 puntos de los 200 posibles
2º Ane Miren Etxea 149 puntos
3º Juanjo y Marisa con 147 puntos, misma clasificación que el año pasado.
4º Txusaterrietak Txiki Zaspi 144 puntos
5º Eloy Arza 143 puntos

Como final no quiero dejar de decir la gran labor y trabajo, (no solo con este concurso, las actividades de la sociedad son muy variadas), que realiza esta sociedad y ciñéndonos al concurso se puede decir que la organización es casi perfecta, fruto de un gran trabajo, yo solo pienso en un punto, cuantos pasos han tenido que dar para conseguir los trofeos que proceden de comerciantes e instituciones. Un 10 para Rakataplá.
Como siempre después de terminado nuestro trabajo, nos reunimos en un restaurante de la localidad invitados por la organización.
Llevamos varios años yendo al mismo lugar.
El restaurante se llama Balintxarreketa y esta ubicado en un centenario caserío, en plena naturaleza, con un pequeño arrollo que pasa por la finca y unos cuantos frutales en el entorno. La zona de aparcamiento grande y el acceso al mismo muy cómodo. El comedor principal es amplio y cómodo, cuenta con 2 comedores privados de menor capacidad.
El comedor estuvo servido por dos eficientes personas, perfectamente vestidas y con la profesionalidad requerida para el tipo de restaurante que estamos tratando.
La comida comenzó con un pastel de crema de queso con frutos secos y pan integral con nueces. Muy agradable y armónico en sabores
Siguió un paté de foie, yo como saben los que me conocen, voy perdiendo mi interés por el foie, pero la salsita que lo acompañaba tenía un toque de mermelada de melocotón muy conseguido, la verdad me gustó.
Los entremeses terminaron con un plato de “corte”, pequeñas lamas de queso y una cecina de buena factura.
Vino posteriormente un entrante que consistía en una viera cocinada con una chanfaina y posteriormente horneada. Muy buena y tenia un toque diferente a lo que suele ser usualmente esta preparación.
El plato de pescado consistió en una brocheta, de langostino, rape y bacalao con guarnición de un risotto y vegetales en juliana fina fritos. La cochura de los pescados estaba perfecta, jugosos y muy sabrosos. El plato venia acompañado de una salsa de hongos.
Vino el plato de carne. En primer lugar quiero apuntar que la presentación no era como la que veis, pero ya sabéis, en el fragor de la batalla, es decir en un intercambio de parecers, sobre que corte de vacuno era, se me olvidó la foto, así que una vez que había empezado a meter mano al plato hube de recomponerlo y hacerle la fotografía.
La salsa, que acompañaba, de pimienta, pero tenia otros componentes que no pude determinar y se me olvido preguntar. En conjunto del plato aceptable.
El postre estuvo compuesto de una bola de mouse, una porción de patxineta y un bizcocho de chocolate con trufa en su interior, los hilos que adornan el plato una salsa de cítricos.
El vino que acompañó a la comida, un vino navarro, Gran Feudo Crianza 2004 de las bodegas Julián Chevite.
Este vino esta elaborado con uva Tempranillo, Garnacha tinta y Cabernet Sauvignon. Después de un suave estrujado pasa a una fermentación controlada.
La crianza es de 12 meses en barricas de roble americano y posteriormente una maduración en botella.
Es un vino limpio de color rojo cereza y tonos teja.
Los aromas son armónicos entre frutas negras del bosque y madera, es un vino bien estructurado, al final en boca es suave y fácil de tomar.
Su estructura general mejora después de pasarlo por un aireador de la casa Nuance.
El menú se remató con cafés, licores y se paso por los asistentes la caja de puros para que cada cual hiciera su selección, algunos nos ahumaron un poco, esto del fumar esta decayendo aunque siempre hay quien perdura en sus hábitos.
En definitiva y como siempre que he estado en este restaurante tanto privadamente como en las comidas después del concurso de conejo y tortilla de patatas he salido satisfecho.

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