Una vez en Amurrio, los miembros que iban a participar en el Concurso Gastronómico oficiando un Lumagorri (Pollo de caserío vasco) se quedaron en las zona donde se iba a dearrollar el concurso y el resto nos fuimos a preparar el Laboratorio del Gusto que iba tener lugar a las 12 horas en la Plaza de San Antón.
El Laboratorio del gusto es un instrumento utilizado por Slow Food para divulgar la cultura de la comida y el vino, a través de Talleres sensoriales para adultos, con catas monográficas o comparativas. Las Jóvenes generaciones, en particular, corren el riesgo de perder, además de sus vínculos con el territorio y su relación con las estaciones, el sentido mismo del acto de alimentarse sana y correctamente.
Como no se puede estar en misa y repicando, poco os puedo contar del concurso gastronómico, en como se preparaban las cazuelas y mis impresiones de quien podía ganar, si contaré el reparto de premios que vendrá más tarde.
Por lo tanto empezamos con lo que habíamos ido hacer en Amurrio, preparar las mesas para 90 personas.
El equipo recibiendo instrucciones y la asignación de la misión de cada uno durante este Laboratorio del gusto.
Comenzó el acto con unas palabras del presidente de Slow
Food Araba-Álava, en las que glosó la filosofía de la organización y los
motivos de este acto.
El Sr. López de Ipiña paso la palabra a Director de la Oficina de Turismo de
Amurrio, después de agradecer a Slow Food por preparar este taller de cata.
Explicó lo que es el ecoturismo. A raíz de otro evento similar que se realizó
el año pasado y que inicialmente el Director de Turismo no tenia mucha
confianza de los resultados, se sorprendió cuando la bodega que estuvo presente
en el taller vio incrementada el numero de visitas y sobre todo el interés por
este caldo que mostraban los visitantes a sus instalaciones.
Así que este año volvió a decirnos con las instalaciones que
cuentan como: Museo del Licor y las Bodegas que se podían visitar, así como las
instalaciones de producción de queso. Todos recibirán a los visitantes con
amabilidad y les enseñaran todos los procesos de producción desde el principio
hasta la fase final.
En la zona hay bodegas que son dignas de visitar, aunque todas
tienen sus encanto. Fue breve y puso su oficina
a disposición de los asistentes tanto en consultas personales como telefónicas.
Le siguió en el turno de exponer como es su explotación de
vaca terreña, Adolfo Martínez de Santos, sus palabras fueron amenas y matizó
que la carne que se iba a degustar, no es de los mejores cortes, pero esto fue
hecho a propósito, para ver el partido que se le puede sacar a la carne de
pecho de ternera terreña y si esta carne resultó melosa y de textura fina, como
tienen que estar los solomillos. Para no reiterarme en lo ya escrito y si os
interesa ver en más profundidad esta explotación visitar este enlace http://eventos-gastronomicos.blogspot.com/2009/03/slow-food-convivium-araba-alava-visita.html
Esta carne no tiene mucha materia grasa pero está bien
infiltrada de la misma con lo que la hace jugosa y de un sabor especial.
Terminada la presentación de Adolfo, tomo la palabra Pepe
Hidalgo para presentar el Txacolí Señorío de Astóbiza, dio detalles de las
variedades de uvas que utilizan todas procedentes de viñedos propios, no puedo
daros muchos detalles ya que estaba ocupado sirviendo las mesas para la cata de
la ternera terreña.
El Txacolí Señorio de Astoliza, es Limpio y brillante de
color amarillo pálido, en nariz tiene buena intensidad y en boca no es muy
intenso, pero si fresco y con permanencia larga.
Este Txacolí ha sido elaborado solo con uvas autóctonas variedad
Hondarribi Zuri.
Actualmente su producción es considerada de finca, sostenida e integrada y empiezan a apostar por la producción ecológica.
Actualmente su producción es considerada de finca, sostenida e integrada y empiezan a apostar por la producción ecológica.
Ya todos los asistentes servidos de una tapa de Estofado de ternera
terreña y un vaso de Txacolí. Mientras el personal degustaba, Juanjo Martínez
Viñaspre hizo la valoración organoléptica de este producto.
Al no ser una producción muy grande las de estas vacas terreñas,
la comercialización se hace boca a boca
de manera directa, por supuesto con todos los controles sanitarios.
Una producción de este tipo de ganado no puede ser muy amplio,
ni al productor le interesa, ya que masificando la producción, se caería en las
producciones intensivas, con animales estabulados, formas que producción que no
entran en la filosofía de este ganadero.
Durante la cata hubo un intercambio de pareceres sobre la carne,
todos positivos y el ganadero aclaró los puntos que se ponían encima la mesa.
El fue valorado por un asistente, entendido en la materia, como un
vino de buen aspecto, suave y terminado, los aromas los encontró complejos y le
gustó el maridaje del Txacolí con la ternera.
El siguiente ponente fue José Ramón Martínez Elejalde, productor
de quesos tipo Idiazabal, dijo que sus quesos se hacen con leche propia de las
200 ovejas que tienen. La producción de este queso tipo Idiazabal es limitada y
por lo tanto no llega a todos, aunque tratan de empalmar el queso viejo con el
nuevo.
Dijo que aguantarán hasta que puedan, pero que la situación se
está poniendo muy difícil y aboga que la comercialización sea del productor al
consumidor, sino en pocos años estas queserías artesanales, pero con
instalaciones modernas, no podrán subsistir.
El queso que vamos a catar es de pastor producido por José
Ramón, nos dijo que era un queso de maduración media.
Mientras se estaba catando el queso con su correspondiente Txacolí,
Juanjo dio las características organolépticas y formas de utilizar el queso en la
cocina.
Por último y a falta del ponente, Txema Pascual, que iba hablar
sobre el pan ecológico producido por su empresa Artepan, hizo la presentación
de este pan Alberto López de Ipiña. El pan a pesar de haber sido cocido el
viernes, en el momento de la cata, domingo, el pan estaba esponjoso,
recuperando su forma después de dejar de ejercer presión sobre el, tierno y
agradable al paladar. Su aroma era el típico del pan con masa madre, algo
acido, pero algo menos que otros panes de masa madre. El alveolado uniforme y
no de gran tamaño.
Después de terminadas las ponencias se invitó a los presente a rellenar
las fichas de cata, no profesional, para tener la valoración de estos productos
directa de los consumidores.
Parte de los asistentes al acto escuchando atentamente las
palabras de los distintos ponentes.
Había mucha gente y el ambiente era festivo.
Llego la hora del reparto de los premios a las diez mejores
cazuelas de Lumagorri, los premiados iban (del décimo hacia abajo) los
nombrados por el Speaker iban recogiendo sus premiso y los nuestros sin
aparecer, vino ya la hora de que el locutor anunciara cual era el ganador del
concurso, ya teníamos todas nuestras esperanzas perdidas, cuando anuncian Ganadores
y Txapeldunes del Concurso Gastronómico
de Amurio – Día del Txacolí 2009, Txabola Berri de Manurga, a mi de momento me cogió
desprevenido porqué no sabia con que nombre concursaban dos miembros del grupo
Slow Food de Araba-Álava, pero cuando veo los saltos que dan otros del grupo, veo
con alegría que la pareja de “Chefs” estaba formada por Maite y Gaspar.
Maite y Gaspar recibiendo los aplausos del público.Les vemos en esta instantánea con las txapelas, copa y sobre con la dotación en metálico que tiene este concurso.
Ambos ganadores posando para los fotógrafos, no tenían manos
para llevar todo el premio recibido.
Fotografía con sus amigos, todos estábamos muy contentos, con que fueran los ganadores.
Aspecto del comedor.
Llego el memento triste de estos dos días, la despedida de
nuestros amigos astures, pero hubo cosas positivas en la despedida como la
planificación de futuros encuentros y la satisfacción de que se lo habían
pasado muy bien y que marchaban para su tierra muy contentos por el trato
recibido y las buenas sensaciones percibidas durante su estancia en tierras
alavesas.
Hasta pronto Jandro y resto de amigos.
De vuelta a Vitoria, yo me retiré, pero “Las Lenguas
Viperinas” comentan que continuaron la marcha estrenando la copa con Cava. Hice
bien en marcharme, pues no estoy para seguir la marcha de la gente joven del
grupo.
Las dos Jornadas han sido estupendas, con mucho buen rollo,
muchas risas y también, cuando hay que trabajar, con un trabajo bien hecho,
como fue el Laboratorio del Gusto de Slow Food.
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