Yo pasé un día muy agradable, para mí lo mejor de todo lo que asistí, las presentaciones eran en directo, viendo a los maestros frente a los fogones trabajar a unos metros.
Empezó el espectáculo con las presentaciones que hizo Patxi Bergara del Bar Bergara, que lleva abierto desde hace 57 años en el barrio de Gros.
Comenzó diciendo que tapas o pintxos hay y buenas en toda España, ahora bien en San Sebastián hay la suerte, que por sanidad está autorizado, que los pintxos se expongan en las barras, sin barrera física entre estas y los clientes, con lo que la vistosidad de las barras es impresionante e invitan al cliente a degustar estas tapas, ya que libremente se van tomando y al final se efectúa el pago, normalmente es el cliente el que dice he tomado tantas tapas y por ella es facturado, el hostelero se fía de la ética del cliente.
Preparó una pequeña barra con una selección de pinchos, como dijo el pincho es una cocina elaborada pero sencilla, muchos pocos.
Los pincho los iba explicando conforme los iban montando sus colaboradores, no os voy a trascribir todas las recetas, pero en el futuro y en mi sección de Paso a paso las iré desarrollando, ya que la mayoría las pienso oficiar en mi cocina.
Presento una ensalada de bacalao, una a tortilla a base de anchoa fresca de la zona de La Escala, por esta zona la pesca de la anchoa esta de momento prohibida, otro de los preparados, también a base de anchoa, en esta casa son clásicas las tapas a base de anchoa, e trabaja mucho la anchoa. En el cuarto pincho también intervino la anchoa. Otros de los montajes fueron unos boletus en una cuchara con crema de marisco, unas delicias de pato al calvados, bacalao al ajo arriero, en total y en media hora montaron 11 pinchos como los que veis en la fotografía, dando la impresión de estar delante de una pequeña barra de San Sebastián.






El siguiente ponente fue Pantxo Bedialauneta del bar Cantábrico de Ondárroa, este no hizo tantos pinchos, pero si unos muy sugerentes y por una manera muy talentosa de presentar y trasladar los conceptos de la cocina tradicional a la cocina en miniatura. Vemos al presentador en primer término y a los oficiantes al fondo.



Empezaremos pochando unos pequeños cuadrados de cebolla, pochado lo anterior, añadimos tomate y especias (eneldo, tomate, tomillo). Ya lo anterior en su punto añadiremos la viera cortada en cuadritos y cuando esté lista retiramos del fuego. Con un aguacate hacemos una salsa ligera triturándolo con un poco de agua, salamos y reservamos. Hacemos una bechamel piña y freímos unas tiras de patata morada. Montamos sobre la concha las vieras con sus salsa, bechamel, salsa de aguacate y las patatas moradas. Este bocado tuve la oportunidad de degustarlo, Espectacular.

Aquí podéis ver los fritos en detalle.




Lo primero que presentaron fue el pintxo denominado Txipi-Txips con "dipeo" de cebolla, café y coco.
Los ingredientes de esta gollería son txipiron (calamar pequeño), almidón de tapioca, clara de huevo y para el "dipeo" Cebolla, nata liquida, azúcar, coco rallado y unos granos de café.
Como de lo que se trata es de hacer unos crujientes de chipirón, empezaremos triturando, una vez bien limpio el txipiron, amasando con el almidón de tapioca y clara de huevo. Se hace un rulo con la ayuda de papel film y se cuece al vapor a 100º C por cinco minutos.
Se enfría y se congela.
Ya congelado se corta en finas rodajas y se fríe en aceite de oliva a unos 130ºC.
Escurrir el exceso de aceite y salar ligeramente.
Para hacer los txips negros, poner tinta de calamar en la masa anterior.
El Dipeo lo haremos con cebolla confitada una vez la cebolla bien confitada y edulcorada con un poco de azúcar, añadir la nata, reducir y triturar. Colamos y metemos al sifón con dos cargas. Para el emplatado pondremos alternativamente 1 chip negro y otro blanco, hacemos una pequeña torre que la cubriremos con el bote que esta al lado.
Para el "Dipeo" ponemos una poca de espuma de cebolla confitada a la que le habremos puesto una lluvia de coco y café rallados.
Aspecto final del preparado. Estas tapas las hacen con la idea que se compartan y así el grupo puede comer lo mismo y a la vez poderlo comentar.

Una vez desaladas las pieles, se limpian de las telillas oscuras que tienen, se cuecen en agua por 10/15 minutos, sacarlas y estirarlas sobre un silplat o papel parafinado. Deshidratar a 50º C. y una vez deshidratadas freírlas en abundante aceite de oliva bien caliente, se hincharan durante la fritura, sacarlas sobre papel absorbente para quitar exceso de aceite.
Para el dipeo de ajo y cebollino, pelar una cabeza de ajos y escaldar los dientes en tres aguas distintas para quitar bravura al ajo.
Luego estos ajos ponerlos en una sartén con la nata para su perfecta cocción. Triturar todo, colar y poner en el sifón con dos cargas.
Aquí tenéis el producto como se presentó.

El dipeo lo hizo con un yogur en el que tritura maíz dulce, se cuela y se pone en una tacita de salsa.

Aquí tenéis a uno de los maestros de esta cocina en miniatura en plena faena. Creo que se trata de Bixente Muñoz, aunque no estoy seguro.

Empezó Bixente Muñoz del bar Gran Sol con su pincho Kontxitas, compendio de tres productos típicos, Pimiento del piquillo relleno de chipirón con arroz verde y crujiente de patata.
La representación gráfica la tenéis aquí.
El nombre de pintxo Kontxita es en honor a la dueña del restaurante Arrolamendi del barrio Gros de San Sebastián.

La representación gráfica la podéis ver en esta fotografía.

El siguiente fue esta atrayente preparación de chipirón a la plancha, que va sobre un risotto, salsa de chipirón, salsa de piquillo, un crujiente de pan pintado de salsa de chipirón.

Luego presentaron una gamba rebozada oficiada por Iñaki Bergés, la gamba va rellena de jamón de pato y queso de Idiazabal.


Se hace un refrito de ajo, una vez dorado el ajos se pasa por el colador, se reserva el ajo. Al aceite del refrito le añadimos vinagre balsámico.
Las anchoas las pasamos por la plancha por la parte de la piel durante unos siete segundos.
Se sirven espolvoreadas con el ajo y se les echa el refrito por encima.



Cuando las cosas se hacen bien, se presentan debidamente, etc. uno sale satisfecho y el tiempo se pasa enseguida.
Se tuvo la ocasión de probar algunas de las tapas, no llegaba para todos. Puedo decir que todas las que probé estaban perfectas, bien conjuntadas de sabores, presentación agradable y apetitosa.
Lo que ocurrió después de las doce, que también fue bueno os lo pondré en la próxima entrega.
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