
Comida en Les Cols de Olot.
De que el restaurant sea efectivo y que los aistentes al mismo se diviertan es resposabilidad de la Chef Dª Fina Puigdevall y D. Manel Puigvert.
Esta visita no la tenia programada, lo que si tenia programado era la visita a la zona volcánica de la Garrotxa, esta zona cercana a Olot. Me vino a la cabeza el buen rato que pasamos comiendo en esta Masía en Junio del 2004, así que nos pasamos antes de ir a la zona volcánica para reservar mesa.
En mi modesta opinión los que pasen por Olot tal vez les gustase visitar esta casa, el menú degustación no es excesivamente caro, 58 Eur. Y la relación precio calidad muy aceptable.
La llegada al restaurante, según por la carretera que se llegue, es un poco complicada ya que hay que andar entre calles, pero preguntando se llega a Roma, tiene parking y el entorno, es decir, el edificio de muy bonita estampa.
Fachada principal de la Masía






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Una vez terminado el aperitivo y ya sentados en la mesa lo primero que traen es una selección de panes, que te sirven a gusto del comensal.


Después de estos preparativos llega el primer plato del menú que se trato de un jugo de guisantes, con caramelo, cacahuete y azafrán, el jugo de impecable hechura.

Al anterior servicio le siguió una ensalada de setas de carrerilla, acompañada de flor de saúco, piñones, diente de león y roscón de Olot. El perfume de esta seta, le daba un toque muy particular al plato. Tal vez al ser esta seta de aroma intenso, oscurecía el sabor de otros ingredientes. Como mi mujer no come setas y como en el menú decía setas de carrerilla optó por cambiar de plato. Al degustar yo esta ensalada descubrí que las setas de carrerilla son nuestros perretxicos y estos si le gustan. La salsa que acompañaba a esta ensalada era como una salsa gelatinzada ligeramente, perfumada con aceite de Carrerillas.


Le siguió un plato oficiado con producto autóctono de la Garrotxa, es decir unas Farinetes de fajol con foi-gras, pensamientos y notas dulces de ratafía.
Este pequeño emparedado se acercaba a la boca con la mano, muy equilibrado el conjunto.

Luego sirvieron un guisado de antaño, Patatas guisadas, sin carne, con una nueva textura y aliñadas con aceite de eucalipto y ajo frito.
Los cubos de patatas estaban realizados partiendo de un puré muy sutil de patatas, con todo el sabor del cocido y tal vez, siguiendo las técnicas de la gelatinización o espesamiento con Xantana, MIcri u otro espesante neutro, tenían la forma de un cubo. Plato de excelente sabor.

A las patatas siguieron unas judías de Santa Pau, población cercana a Olot, así que otro plato tradicional, triturado en el mismo estaba la butifarra. Una visión distinta de este plato desarrollado por Les Cols.

En toda cocina del interior, que se precie, no debe faltar un plato de bacalao así que en esta ocasión presentaron un bacalao al Pil-pil con pasas, espinacas y romesco, este venia envuelto en una porción de masa, como si se tratara de un pastelillo de pasta choux relleno.
Creo o al menos según mi gusto el bacalao, lo que es solamente la tajada de bacalao, no estaba en su punto óptimo de cochura, creo y es mi percepción que estaba con un tiempo de confitado, si es que lo hubo, mínimo. Creo que se puede mejorar.

Vino a continuación un Arroz de payés con calamares de lata, crestas de gallo, pimientos y escarola.
Aunque el plato me gusto, parecía que resaltaba demasiado el gusto del calamar. Las crestas de gallo en su punto, aunque por su color y textura pienso que eran enlatadas.

El costillar de cerdo cocido a baja temperatura que vino a continuación de intachable factura, venia escoltado con un taquito de membrillo de pera, una hoja de col blanqueada, unos trozos de cortezas, (chicharrones) y salsa de la cocción reducida.

La tabla de quesos que presentan, espléndida.


Empezó el primer postre que consistía en Helado de roscón con una emulsión anisada. El helado estaba bien así como el conjunto, pero nada reseñable ya que en cuestión de helados se ha uniformado mucho en todos los restaurantes con el uso de las nuevas maquinas (PacoJet) y tecnologías.

El segundo postre era mas original en cuanto a su presentación ya que se trataba de fresas con nata, menta y azúcar muscovado, La nata con fresa estaba envuelta en una gelatina de fresa y descansaba sobre un picado de fresas y azúcar moscovado .

Como colofón y con el café sirvieron este trozo de coca azucarada de Hostelets d´en Bas, cocida en horno de leña. Buenísima.





Vajilla y cubertería correctos, estos últimos de acero inox 18/10. todo en buen estado.
Relación precio/calidad/servicio muy bueno.
El establecimiento tiene una estrella Michelin otorgada en Noviembre 2004
Proxima entrega Cena en elBulli
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