lunes, 21 de junio de 2010

Dos miembros de la Cofradía de pescadores de Liria, Carnota (A Coruña) visita Slow food convivium Araba-Álava

El viernes pasado día 18 varios miembros del Slow Food Convivium Araba-Álava con su presidente a la cabeza recibimos a dos representantes de la Cofradía de pescadores de Lira, Carnota (A Coruña) con objeto de poner en nuestro conocimiento los objetivos de esta Cofradía, como trabajan y a la vez degustar algunos productos marítimos de pesca artesanal, siempre guardando el mayor respeto al entorno, a la vez estos dos representantes de la Cofradía y a su vez miembros de Slow Food fueron los oficiantes de las viandas que trajeron consigo.
Una vez todos reunidos en la Sociedad Gastronómica Zapardiel se comenzó con la introducción de estos dos representantes, Rodri Rodríguez y José Luís Sambade por el Presidente de Slow Food del Convivium Araba-Álava, después de una breve introducción por parte del Sr. López de Ipiña, lo primero que se hizo fue galardonar a estos dos señores con el Caracol de Oro del Convivium Slow Food Araba-Álava.
Después del protocolario acto tomó la palabra José Luís que junto con Rodri nos dieron una vista general de las actividades de la cofradía tanto profesionales como turísticas.
Nos comentaron y dieron detalles de la reserva marítima que hay en las aguas que controla esta cofradía, en las cuales la pesca esta prohibida.
Estas dos zonas de reserva marítima fueron promovidas por los mismos pescadores con objeto de preservar el espacio marítimo y realizar una pesca selectiva, por procedimientos artesanales en las zonas entre las dos reservas.
Entre las actividades turísticas están las que realizan llevando al turista en un barco e iniciándolos en el arte de la pesca, tanto con el calafate como con línea.
Entre los objetivos de esta Cofradía de Pescadores están las de:
Promover actividades de formación de los profesionales en las actividades referidas a la pesa.
Servir como entidad de consulta a la Administración y elevar a la misma propuestas de interés pesquero para la mejora de las condiciones de la actividad pesquera, así como elaborar estadísticas y remitir datos relativos a la descarga y venta de los recursos marinos.
Defender los intereses de los profesionales, promoviendo la creación de servicios sociales, culturales, etc…, para sus miembros.
Responsabilizarse de la vigilancia de las zonas que le han sido confiadas y administrar los propios recursos y patrimonio.
Promover la ejecución de los planes de capturas, concentrar la oferta y regularizar los precios.
Establecer los planes de producción, comercialización, con el fin de mejorar la calidad de los productos y adaptar el volumen de la oferta a las exigencias del mercado.
Promover el reconocimiento social de la profesión de pescador mediante la divulgación de la cultura marinera, difusión del conocimiento de la actividad pesquera y el fomento de las actividades turísticas y de ocio vinculadas a la pesca y al mar., dirigidas tanto a la propia comunidad pescadora como a la sociedad en general.
Nos hablaron de cómo ha sido aceptado casi en su generalidad por los pescadores de la zona de las zonas protegidas, donde está prohibida la pesca.
También no hablaron, que al ser la pesca selectiva, no esquilman los individuas de cada zona de pesca, dejando ejemplares más que suficientes para su reproducción y que las colonias de las diferentes especies vayan en aumento.
Creo que muchas Cofradías de pescadores debían tomar buena nota de lo que se cuece en la Cofradía de Lira, Carnota, y generalizar esta iniciativa, mejorando en lo que pueda ser mejorado.
Comentaron un sinfín de anécdotas y las dificultades y competencia que tienen en la comercialización de sus productos de primera calidad.
Se proyecto así mismo un vídeo que da una idea general de la zona y la historia de la pesca en la zona.
Mientras la charla, el cocinero, uno de nuestros visitantes es también cocinero y tiene un restaurante, estaba de rato en rato en la cocina preparando las viandas que se iban a tomar, en realidad unas delikatessen.
En las bandejas unas rayas capturadas con línea, esta raya creo que me dijeron es de la familia de las pintadas (no estoy muy seguro) y se notan por sus pintas rojizas en la piel que las diferencia de las blancas pescadas al arrastre. La finura de esta raya es sorprendente y mucho más agradable al paladar que la que viene a nuestras pescaderías, que la mayoría de las veces es de arrastre.
En Galicia son muy aficionados a la caldeirada de raya y estuvo perfectamente cocinada, para mi gusto solo le pongo un pero, había un exceso
de patatas que pacientemente había pelado nuestro buen amigo Merino
Detalle de una de las varias cazuelas que se sirvieron.
Previamente se sirvió un pulpo, cocido en su punto, la carne estaba tersa pero a la vez blanda, vamos en su justo punto de cocción. Se sirvió en platos de madera, no podía ser de otra manera, sazonado de aceite de oliva virgen extra, sal (no tomé el detalle si era valle salado de Añana) y pimentón de La Vera.
Los percebes que veis, fueron cogidos el día anterior al evento, es decir recién cogidos. Fantásticos estos percebes, la única observación que les hice “no son del tamaño ”carallo do home”, como suelen decir en Galicia. Por supuesto se sirvieron calientes y tapados con una servilleta para que no perdieran temperatura, excepcionales.
Los centollos que veis en la “pota” se están cociendo para degustarlos debidamente.
Uno de los centollos tuvo la gentileza de posar para la fotografía.
Aquí le vemos a Rodri cuidando con esmero los diferentes pucheros.
En la Foto Rodri, José Luís y Josean Merino.
El postre fue una tarta de Santiago preparada por nuestra repostera Maite González y unas lonchas de queso con membrillo, ambos artesanos y realizados por el que escribe estas líneas. La tarta fantástica y jugosa, y no como muchas veces la venden que parecen unos ladrillos
Una esquina del comedor con algunos de los asientes, en total fuimos 25. Las bebidas que se degustaron fueron 5 clases de cervezas producidas artesanalmente por Apicius y Arabako Txakolina.
La velada como todas la que se organizan bajo la tutela de Slow Food convivium Araba-Álava fue muy agradable y como suele suceder en esta veladas comenzamos recién terminada la tarde y terminamos temprano.
Mi agradecimiento personal a Rodri y José Luís por la cantidad de conocimientos que nos transmitieron y tal vez nos haga pensar para el futuro y no decir la consabida frase “Que caro está el pescado” , lo malo que el verdadero negocio no lo hacen los pescadores sino todos los satélites que pululan alrededor de las diferentes lonjas. La verdad una pena.