domingo, 9 de junio de 2013

VII Encuentro Cívico Alimentario 7 y 8 de junio

La estructura  organizativa de  base  del movimiento Slow Food  se llama convivium, cuyo  significado remite  al banquete, encuentro en torno a la mesa no sólo para compartir la comida sino para favorecer el diálogo, la reflexión y el placer  y   la sociabilidad. Éste acaso sea el aspecto más alto  y más noble que   la   cultura    del   alimento  haya   sabido  consolidar  en   el  tiempo La sociabilidad,  el   intercambio  de   ideas   y  experiencias,  la   afectividad, la jocosidad amistosa e incluso  la consolidación de  los pactos de trabajo: todo ello se produce a través de la compartición de la comida.
Hacia  la mitad de  los años setenta del  pasado siglo, lvan  llich, uno  de
los más grandes pensadores contemporáneos, divulga un nuevo concepto de convivialidad y de sociedades conviviales, contraponiéndolo al utilitarismo y a sistemas productivos que  mortifican la labor de  millones  de  personas.  La convivialidad refuerza  la búsqueda del  bien  común y la capacidad de  cada ser  de   modelar  su  propio  avenir   generando  eficiencia  sin  degradar  el ambiente.



Bien   visto, la pequeña  producción  agrícola, la economía local vinculada al territorio, los        artesanos de la  alimentación, pueden  ser  los verdaderos protagonistas de la convivialidadEl apoyo que el movimiento Slow Food y Terra  Madre garantizan a los  campesinos, a  los  pescadores, a los pastores del mundo, es en estos momentos la más relevante labor de cambio de un  sistema  alimentario  que ya  no   funciona. La  máxima  expresión de convivialidad se manifiesta en  una  relación consciente de los  consumidores respecto de los productores. No  más  consumidores pasivos, si coproductores conscientes y responsables. Este es un  nuevo terreno de la  política, en  grado de  cambiar no sólo la economía sino incluso las relaciones entre generaciones, en grado de incentivar a los jóvenes para su regreso a la tierra o, en los países más  pobres, a dar  dignidad a los jóvenes campesinos. También la transmisión de los  saberes entre generaciones  es  un  acto de  nueva convivialidad. Es importante reafirmar la  denominación de  convivium de nuestra  organización de base porque en  el convivium se pueden plasmar no  sólo  los placeres del banquete sino  también las nuevas formas de convivialidad.  Somos el único movimiento que alienta en su seno el derecho al placer y el compromiso social y cultural o,   si se prefiere, el placer del compromiso compartido. La convivialidad en su doble significado (la comida y la sociabilidad), es un componente indispensable para el bienestar de la humanidad  que se puede expresar con gran creatividad y de formas diferentes en  los diversos  terruños del mundo. Todo el movimiento Slow Food está llamado a ejercer esta creatividad con compromiso y pasión.
 Una  vez  más  Slow Food  Araba-Álava, en esta ocasión al final de la primavera, promueve y organiza este evento, junto a Fundación  Zadorra  y UAGA para encontrarnos con las personas que, en nuestro entorno,mantienen vivo  el conocimiento de cómo  obtener alimentos. Por sexto año consecutivo, nos  juntamos con productores y  productoras, para saber más  sobre lo  que ocurre con los alimentos, desde la semilla hasta su llegada al plato. Además, queremos dar a conocer las  iniciativas que ya  están haciendo  posible las aportaciones  simultáneas  de la agroecología.  Ante un desencuentro creciente entre la manera de  consumir y producir alimentos surgen  muchas preguntas:
¿Cuáles son las condiciones de  trabajo en la agricultura?, ¿desde dónde son transportados los  alimentos hasta que llegan a nuestros   frigoríficos?, ¿qué impacto tienen nuestras elecciones en el medio ambiente y en la salud?
La agroecología, responde  proporcionando alternativas   con  las que poder  atender nuestra necesidad de alimentarnos, cuidando a la vez la tierra, el agua,el aire y las personas.
Se plantea este  encuentro, pues, buscando motivar la reflexión  en torno a la situación de la cadena alimentaría actual.
Unas  jornadas   donde los  productos  de   la  agricultura   y  ganadería locales, el comercio justo, el teatro, la gastronomía  y los talleres se dan cita en este nuevo intento de fomentar en nuestra ciudad una alimentación local  más sostenible y un consumo más consciente y responsable.
El primer peldaño en este encuentro ha sido el Laboratorio del Gusto de Slow Food  en  el Museo  Artium que servía de colofón al Aula de Ecología Urbana con ideas para una estrategia alimentaria de Vitoria-Gasteiz.
Comenzó el Laboratorio con  una breve  presentación del Presidente de Slow Food  Araba-Áiava sobre los objetivos  de  la Organización y papel que está desarrollando en nuestro Territorio Histórico.
Seguidamente pasó  a  presentar  a  los ilustres ponentes que  en  esta ocasión  eran los anfitriones de este encuentro: 
 - Juán Luis Bujanda que nos hablará  del aceite de arróniz, ,
-Luis Angel Plágaro, Jefe de cocina de la Cocina de Plágaro,
- Valentín Angulo, Secretario de la Asociación de Salineros de Gatzaga
-Adolfo Martínez de Santos, productor de Terreña, en Gilarte
-  Ana Lafuente de  la  Granja  ecológica de    lzarlur, productores de  verduras ecológicas
-Tintxo lntxausti, elaborado de queso de leche de oveja latxa en   Sendadiano
-Mónica lbarrondo, responsable del Medio Rural, del Ayuntamiento de Vitoria- Gasteiz
- Bittor Rodriguez, Nutricionista de la UPV/EHU
-Alberto López de lpiña, Presidente de Slow Food Araba

Siguió  Tintxo,   precursor  de   la  ganadería  extensiva, comentando  su experiencia  desde  hace   muchos  años    en    e mundo  del    pastoreo  y discrepando sobre  la estandarización de  los quesos  en  nuestro  territorio y los problemas que ha  tenido con las bajas en  su rebaño debido a proliferación del lobo en su entorno de Sendadiano.
El pintxo de su queso, junto a la fresa, sal de salinas  y aceite virgen de
Moreda fue todo un éxito.
  Para  hablar del  aceite Arróniz  de Moreda tomó la palabra Juán uis Bujanda valorizando  un  producto de  alta calidad y exponiendo su trabajo y comercialización que  los asistentes alabaron en  los  pintxos  que degustaron.
"Tenemos que buscar  un nombre de Rioja Alavesa porque se merece tener  un nombre propio" 
 Ana Lafuente vino a hablarnos de  sus verduras y hortaliza dela granja biodinámica de producción ecológica de lzarlur.
La filosofía que une a las personas que  forman IZARLUR se centra en el cuidado de la Tierra y todos sus reinos,incluyendo entre ellos al ser humano. De ahí que además de  dedicarse a la agricultura, su objetivo es dedicarse cada vez más a  un  trabajo pedagógico, cultural y artístico  con  niños  y adultos.  Para  ello organizan colonias,  visitas y cuentan con  un  programa de  cursos y  talleres. Entienden  que  todo es interconexión y  que  por  tanto deben trasladar  una visión   integradora   toda las   facetas  de   la   vida.  Su  agricultura  es consecuencia natural de  esta filosofía, y es por  ello  que  en 2001 iniciaron un proyecto basado en  los preceptos de  la  agricultura biodinámica, que indudablemente conecta con la agricultura ecológica.
Esta intervención dio  pie  a tomar  unos puerros  ecológicos con  sal de salinas  de  vino  de  Rioja  Alavesa  y una  cucharilla de  guisantes  y habatxikis excelentes a juicio de los asistentes. 
 Luis Angel Plágaro  de la Cocina de  Plágaro  nos ayudo interpretar los pintxos y la labor  de los productores que alabó la cocina de los voluntarios  de Slow Food, apoyando e invitando a fomentar el consumo local que lo más lógico y más en estos tiempos  de crisis.
 Mónica  lbarrondo  Responsable del Mundo Rural del  Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, con   más   de   400,  explotación  alabó  el   trabajo  de   los agricultoras/es de  Vitoria-Gasteiz no sólo por el producto saludable sino por lo que significan en el mantenimiento de entorno rural.
 "Tenemos la pontencialidad, tenemos los agricultores  y hay que esperar a que  lleguemos   a un  equilibrio  sobre  todo  con  la  proliferación   de  estos encuentros tan prácticos como el de hoy"
Valentín Angulo  nos  presentó las  sales que  habían intervenido en  los pintxos  que  se presentaban; comenzó alabando  la labor  de Sow Food  en su valorización desde  su principio para transformar un  producto perdido en un baluarte de nuestro  territorio alavés.
Bittor Rodríguez puso de manifiesto de esta filosofía del producto local que casi
siempre  es más sano  y saludable que  el resto; los nutrientes  de  este  tipo  de alimentación que  propugnamos, con una  producción responsable y natural van en la línea que los científicos en nutrición propugnan y apoyan. 
 No podía faltar  tampoco  en esta cita el producto  de Adolfo  Martínez de Santos,  otro  de los productores alaveses responsables, comprometidos en   el   mantenimiento  de   nuestra    biodiversidad,  apostando    por   razas autóctonas como   la Vaca Terreña. Su producto  lo  pudimos  degustar  en una empanada   realizada   por  Maite  González,  cocinera   de  Slow  Food  Araba­ Áiava.
Premisas en su explotación son "el máximo respeto  hacia el bienestar y la protección  de los animales, así como prácticas  y manejo  extensivo de la cabaña poniendo  por encima, siempre, la calidad  a la cantidad".
Alfonso  convencido de la  necesidad  de la  conservación del medio  y
del entorno  natural  es, junto  a su  familia, una  de las esperanzas  que nos queda  de mantener el patrimonio cultural alimentario de nuestro Territorio Histórico de Álava.
Terminamos este  estupendo y  didáctico encuentro realizado  gracias a  los   voluntarios  de   Slow   Food   Araba (Apicius, Marisol, Maite, Gaspar, Evaristo, Oskar, etc.)    con  las  intervenciones de  Beatriz por parte de UAGA y de Javier por  parte de Fundación Zadorra organizadores de este  evento.


Vitoria-Gasteiz a 9 de junio de 2012


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