miércoles, 1 de junio de 2011

La Botica, restaurante en Matapozuelos, Sabores´11 III Congreso de Gastronomia de Castilla y León

Llegué a Valladolid el sábado dia 28 y a la hora programada del encuentro, alli estaban Dolores, que fue nuestra guía durante el sábado y domingo y Argimiro Responsable de Agencia de comunicación ( Gastronomía, turismo, vino y medio rural) editora de la @revistaARGI de Castilla y León y  representante de la organización de Sabores 11 III congreso de Gastronomía de Castilla y León, recibiendonos  amablemente a  Garbancita, Javier de Gastronomía y Cía, Elcoinerofiel y al que escribe estas líneas.
Nuestro primer paso fue dar un tour turístico en microbús a las partes y zonas más prominentes de Valladolid, para posteriormente ir al pueblo de Matapozuelos donde ibamos a comer en el restaurante la Botica donde fuimos recibidos por los Miguel Angel de La Cruz.
Este restaurante todo un hallazgo y una sorpresa más que agradable. De hecho es un asador, que el Maestro Asador Teodoro oficia  lechazos con vitola de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) pero además tiene una cocina creativa basada claramente en productos de la zona, todo un lujo.
El restaurante es ce corte castellano con un gran asador para los lechazos y el  comedor llamado la Rebotica toda una joya.
En la foto Javier Perez Andres (Organizador de Sabores´11, Director de la revista ARGI y un profundo conocedor de la Gastronomia), La pareja de Gastronomia&Cia, Garbancita, Apicius, El Chef Miguel Angel, Cocinero, Sumiller, Argimiro y Teodoro.
Después de tomar unas cervezas en la terraza, pasamos al comedor, uno de ellos se denomina la rebotica, donde estaban en sus respectivas alacenas un montón de los antiguos tarros que solía haber en las boticas para guardar sus productos químicos y naturales para preparar las medicinas recetadas por los galenos.
Como maestro de ceremonias actuó durante la comida Javier Pérez, hombre docto que con su fluido verbo y sus profundos conocimientos nos delito con la descripción de platos y yantares, tanto en lo referente a la historia como a los productos y procesamiento en cocina, tanto de los que íbamos a tomar, como de otros de la vasta cocina Castellano Leonesa.
Así mismo nos explicó el programa que íbamos a tener por la tarde, visita  en Medina del Campo la exposición de Las Edades del Hombre, también hizo una panegírico del Chef de la Botica.
En la Foto, Miguel Ángel  Su padre Teodoro, afamado maestro asador y el sumiller y jefe de sala Alberto.
En esta fotografía vemos a Javier en animada conversación con El Cocinero Fiel.
Para los primeros platos tomamos un Verdejo Tresolmos, producido en la localidad, con DO Rueda, este vino es aromático, vivo y con el justo grado de acidez, pide a gritos que hay que tomarlo frío, como así se tomó.
En este establecimiento  se realiza comida de estación.
Cuatro son los menús, jornadas o presentaciones que se hacen al cabo del año, siempre cocina castellana, cocina popular con producto local tanto como se pueda hierbas del campo recolectadas por Miguel ángel respetando siempre el medio ambiente.
En invierno plasman en la mesa: casquería y cocina interior con producto de la localidad, embutidos, casquería, legumbres de invierno etc.
En primavera  el menú refleja las bondades de la estación con verduras y plantas medicinales que recolectan en los campos que circundan a la localidad y a la vera del rio.
En verano tienen las jornadas del piñón con la piña verde, que ya llevan varios años realizando.
En Otoño las jornadas son para las setas que es un producto muy interesante de Castilla y León, que se está trabajando muy bien.
El primer entrante fueron unos encurtidos, de plantas locales, entre los encurtidos de productos locales, encontramos cebolleta, tomate verde, calabaza, unas hojas de acederas, etc.
Nueza, valeriana y verdolar acompañaban a un lomo de trucha marinada. La verdad un plato bien equilibrado y sabroso en cuanto a sus sutiles sabores.
A la trucha le siguieron unos guisantes inmaduros, justo escaldados y acompañados con labiadas, un punto de poleo menta, la espuma es de caldo de habitas, salvia, flores etc.
Después de los guisantitos vinieron unos espárragos blancos “Senda de Duero” cocidos al dente con guarnición, hinojo, estragón y caldo anisado
A los espárragos le siguió este plato denominado Pradera ya que está confeccionado con hojas de pradera como la rúcala, berro de prado etc. con unas migas y
un caldo de setas de pradera como el champiñón y unos edulis.
Con una mouse de pichón y cardo corredor nos deleitamos.
Aquí le tenemos al chef mostrándonos el cardo corredor del que se come la raíz.
El cardo corredor se corta en láminas, se tuesta y posteriormente se realiza un caldo que es el que acompaña al plato, con unos pétalos de rosa silvestre y las hojas de zarzamora silvestre.
Para estos platos ya acompañaban un vino tinto de Villalar, de color cereza oscuro, potente aroma, con toques de fruta madura, sabroso en boca, en el retrogusto se aprecian los taninos maduros.
A las gollerías anteriores vino a unirse Capuchino, no que no terminamos todavía el menú de lujo que tomamos, el Capuchino es de morcilla con praliné de piñones y espuma de pan, la morcilla utilizada sin arroz es artesana del obrador chacinero de la suegra. En la copa monta una reducción de cebolla y sobre esta un praliné de piñón con piñones fritos y triturados, luego elabora una crema de morcilla aligerada con caldo, lo pone sobre el praliné, por último viene la espuma del capuchino que la oficia con una infusión de pan tostado en leche y luego pasada por el sifón, por último la preparación es rematada con polen, piñones blancos y unas gotas de miel. Francamente INSUPERABLE
Después del capuchino de morcilla vino un guiso de garbanzos de Hornillos (producción ecológica)  con hongo edulis y hierba colleja. La salsita tenía un agradable sabor a campo que se lo proporcionaba el hongo.
En esta foto podemos ver a Garbancita y Alcocinerofiel, que competían quien twitteaba antes los platos que íbamos tomando. Fue una comida transmitida en directo.
Unos callos de bacalao con cardo mariano. La verdad que de todos los platos servidos este fue el que menos me agradó. Tal vez mi paladar y mente.(aunque siempre en temas gastronómicos trabajan con un wide angle, esté condicionada por las muchas veces que los he comido y preparado, con deciros que tanto los callos de bacalao y pieles me las regalaban, pero al conocerse y propagarse su consumo me empezaron a cobrar.
Pero nadie que pase por La Botica que los tome, que le gustaran estoy seguro.
Este “Cardo Mariano ” también es recolectado en la zona, su infusión es buena para depurar el hígado, se tomaba también para combatir la intoxicación de la Faloide.
Un taco de lengua cerró los platos salados. El acompañamiento es cebolleta y unas hojas de te y tomillo con los que se realizó la tisana que bañada el plato. 
El postre fue un sorbete con jalea de flor de sauco y
Piñones y pinares fue el último postre que estaba compuesto de una espuma de piña, biscocho con tomillo y corteza de pino, también tiene un poco de la planta perpetua. El toque final es poner un poco de ralladura de piña verde. (La conservan congela)
Aspecto de la piña verde.
Terminada nuestra excelente comida, de la que creo tenéis una debida representación en las fotografías, el Chef, gran conocedor de plantas silvestres nos llevó a realizar un pequeño paseo por el campo donde nos dio una lección de Botánica.
En el puzle fotográfico se pueden ver acedera, cardos, valeriana, etc. y al Maestro dándonos su lección magistral.
Como en todo encuentro llega el momento de las despedidas y estas siempre son tristes y más tener que dejar este TEMPLO GASTRONÓMICO en un pequeño pueblo vallisoletano, a saber cuándo tendré la ocasión de volver.
Ya metidos en el microbús dirigimos nuestros pasos hacia Medina del Campo donde íbamos a realizar una visita a la exposición las Edades del Hombre, las obras de arte, tanto antigua como moderna, son de calidad, el montaje de la exposición muy didáctica. Lo que no tuvimos suerte fue con el guía de la exposición  que nos tocó, no es que hiciera mal su trabajo, pero no conecto con el grupo, y parecía más bien que lo que intentaba es darnos una inmersión en el culto eclesiástico, tal vez es lo que se intenta con esta exposición, pero para mí la visita era un acto lúdico y no de meditación  y transporte al más allá.
Bueno terminada esta visita nos metimos en el autobús y no paramos hasta llegar a Morales de Toro en donde cenaríamos,  pero esto irá en la siguiente entrada.
A los que habéis tenido el valor de llegar hasta aquí y si tenéis ocasión no dejéis de visitar este Templo de la Gastronomía creo que os gustará y lo mantendréis por mucho tiempo entre vuestros recuerdos.

6 comentarios:

Gabriela, clavo y canela dijo...

Que gusto leer sobre estos eventos, gracias por compartir con nosotros.
Se ve que lo pasó de maravillas
saludos

Viena dijo...

Yo también quiero Apicius, a ver cuando obtengo el tiempo suficiente y me apunto a estas interesantes cosas.
Un abrazo.

Apiciu dijo...

Gabi ahora he encontrado la entrada que le he contestado por FB.
Lo dicho, mañana voy a una reunión de bloggers en Estella (Navarra) y no volveré a la rutina hasta el próximo lunes.
Saludos

Apiciu dijo...

Viena es cuestion de proponérselo, aunque ya se que su obligaciones no son iguales que las mias que tengo tiempo, no de sobra, pero lo tengo.
Saludos

Arantxa dijo...

Perpleja me he quedado con todos los platos... bueno vuestra ruta gastronómica es de envidia! Seguro que disfrutasteis mucho y compartisteis opiniones gastronómicas! Que se acerquen a Barcelona estos eventos que me apuntoooo

Saludos Apicius

Apiciu dijo...

Gracias Arantxi por la visita y comentario.
La verdad que lo hemos pasado bien y hemos disfrutado en los restaurantes y también con el congreso, que fue muy interesante.
Saludos