Yo participé en la visita, pero me he propuesto no editar nada nuevo de mi mano hasta que reasuma plena actividad después de las vacaciones.
14 de julio de 2012
La
horticultura proviene etimológicamente de las palabras latinas hortus
(jardín, huerto, planta) y cultura (Cultivo) clásicamente
significaba «cultivo en huertas»; el término se aplica también a la producción
de hortalizas e incluso a la producción comercial moderna.
Sin
embargo, horticultura es mucho más. Los horticultores trabajan en la
propagación de las plantas, mejora de las cosechas, abono de las plantaciones
almacenaje, procesado y transporte de fruta fresca, frutas del bosque, frutos
secos, verduras, flores, árboles, arbustos y césped. Los horticultores mejoran
el rendimiento de las cosechas, su calidad y su valor nutricional, su
resistencia a los insectos, enfermedades y a los cambios ambientales. Se
utiliza como una herramienta fundamental en el desarrollo de plantas que puedan
sintetizar moléculas químicas para emplearlas en la lucha contra enfermedades,
incluido los cánceres.
José Antonio Sánchez y Yolanda Vicente son dos jóvenes dedicados a la horticultura respetuosa con el Medio Ambiente y a la venta directa, ganadores del primer Concurso de Emprendedores “PREMIO GAZTENEK”
Hacia
su explotación un grupo de consumidores una vez más se dirigió con el objetivo
de observar de primera mano el proceso que llevan sus productos hasta que
llegan a nuestras manos en el Mercado exterior de la Plaza los jueves y
sábados.
Recibidos
por Yolanda y José Antonio a pie de la finca que pusieron en marcha en el 2004,
prácticamente, sin ningún conocimiento de horticultura,
por
lo que su experiencia ha sido totalmente autodidacta, si bien es cierto han
invertido muchísimas horas y días en cursos de perfeccionamiento y formación en
la materia en la escuela agraria, en Mendikoi, etc. Especial interés han tenido
siempre en la formación en cultivo ecológico y biológico, que aunque sin
certificación, es la que practican.
La maquinaria utilizada, como nos comentaba José, no es de última generación, pero les hace el servicio esperado y a veces no es necesario gastarse grandes cantidades de dinero para disponer de lo que uno precisa en función de lo que va a trabajar y la rentabilidad que espera de la misma.
La maquinaria utilizada, como nos comentaba José, no es de última generación, pero les hace el servicio esperado y a veces no es necesario gastarse grandes cantidades de dinero para disponer de lo que uno precisa en función de lo que va a trabajar y la rentabilidad que espera de la misma.
Un
tractor grande para las fincas de alubias, uno pequeño para los invernaderos,
sembradoras automáticas y manuales, cortacésped, un rota bator, un cultivador
pequeño, una cosechadora de alubias y una germinadora son algunos de los
elementos imprescindibles de trabajo de la finca en la que, al no usar
herbicidas, necesitan de maneras alternativas para deshacerse de las mala
hierbas como mallas anti-hierbas o la utilización azadas móviles
El
cultivo de la infinidad de variedades que producen en la finca se realiza de
manera escalonada con el objetivo de alargar lo más posible la obtención de
frutos para su venta durante todo el año si es posible, aunque es muy difícil
que en algunas épocas no le falle algo o les sobre en exceso el producto.
Emplean
semillas ecológicas, para profesionales, seleccionando y mejorando las
variedades de cada producto. Tienen sus propios semilleros y mantienen semillas
heredadas de generaciones anteriores.
En varias zonas de sus 25.000 metros cuadrados de finca trabajan con una variante del método Gaspar Caballero adaptado a estas grandes superficies, aunque el riego es por goteo ya que lo habían instalado antes de tener conocimiento del sistema exudación de Gaspar. Tienen muy en cuenta la asociación de plantas a la hora de definir las zonas de cada producto.
En cuanto a los invernaderos, han encontrado en el mercado unos plásticos especiales que consiguen el “efecto invernadero” manteniendo el calor y a la vez dejando pasar los rayos uva con una mayor ventilación, consiguiendo una temperatura no exagerada en verano y suficiente en invierno.
En varias zonas de sus 25.000 metros cuadrados de finca trabajan con una variante del método Gaspar Caballero adaptado a estas grandes superficies, aunque el riego es por goteo ya que lo habían instalado antes de tener conocimiento del sistema exudación de Gaspar. Tienen muy en cuenta la asociación de plantas a la hora de definir las zonas de cada producto.
En cuanto a los invernaderos, han encontrado en el mercado unos plásticos especiales que consiguen el “efecto invernadero” manteniendo el calor y a la vez dejando pasar los rayos uva con una mayor ventilación, consiguiendo una temperatura no exagerada en verano y suficiente en invierno.
Para
emparrar las diferentes verduras utilizan cañas que han experimentado que son
las maderas menos agresivas para las plantas.
El
regadío instalado cuenta con contenedores de 50.000 litros, en superficie, que
permiten que la temperatura del agua se atempere y pierda la frialdad del
manantial, siempre en consonancia con la sensibilidad que demuestra, esta
pareja, con los seres vivos que es el calificativo que dan a todas sus
producciones.
La
población natural de abejorros, junto a las colmenas colindantes, proporcionan
al polinización necesaria a la floración para la producción de frutos y
hortalizas sin ninguna intervención exterior. Interesante el coloquio que al
hilo se estableció en la hipotética suposición de la desaparición de las
abejas; parece ser que no nos iría muy bien a los human@s.
La finca la tienen que
tener totalmente vallada y aun así tienen problemas con los corzos, jabalíes y
conejos con los que mantienen una verdadera batalla.Actualmente una canalización de riego y su programador les va compensar con 120 minutos diarios que dedicaban hasta ahora al riego manual y que ya los han comprometido con nuevos trabajos en la finca.
Puerros,
rabanitos, infinidad de caparrones (amarillos, rojos, verdes, redondos, planos,
etc.), tomates de semilla ancestral de la familia que llegan a pesar 1,800 Kg.
(más de 5.000 plantas el año pasado que recogieron hasta diciembre), cherris
rojos, negros, amarillos, ecológico de Crimea, Yak, de pera, calabacines
redondos, calabacín con sabor a melón, calabaza, alcachofa (a finales de julio
y en perfecto estado de textura), berenjenas, pimientos, cebollas, berzas,
cardos, guindillas, guindillones, habas recién plantadas, guisantes, pochas,
zanahorias, berzas, coliflor de cabeza blanca, naranja, verde y morada, pepinos
verdes, brócoli verde y morado, pimiento de Gernika, pepinos blancos, infinidad
de variedades de lechugas, cogollos, acelgas, patatas, fresas, ciruelas,
manzanas, melocotón, grosellas, uva-espina, peras, cacahuetes y una infinidad
de plantas aromáticas conforman el crisol de variedades que semanalmente
ofrecen a sus clientes en el mercado de “La Plaza” de Vitoria-Gasteiz (con un
canon no muy razonable por su presencia) y que tuvimos el privilegio de ver
unidos a la Tierra que los produce.
Otra
de sus fuentes de ingresos es el cultivo de la alubia (45.000 metros cuadrados
aproximadamente) también con el método biológico –aunque sin certificado de
ecológico- que actualmente venden en el mercado habitual.
Quieren
ampliar esta producción por la demanda que tienen de tiendas especializadas y
restaurantes (quizás por esa piel tan fina que proporciona un cultivo natural y
sin riego, potenciando la calidad por encima de la cantidad) pero de momento no
tienen producción para entrar en este mercado. Producen pinta alavesa, jaspeada
y negra de Tolosa.
José
pone de manifiesto las bondades que tiene esta alubia que vemos en hileras más
o menos colonizadas de hierbas (por prescindir de herbicidas) sobre esas otras
que las podemos apreciar inmaculadas. Otro proyecto que han implementado es el
del garbanzo alavés, prácticamente olvidado y de unas cualidades organolépticas
excepcionales.
Si
tienen pocos problemas, uno más, el acceso a la tierra se hace dificultoso, a
pesar de que cada día hay menos agricultores la cesión de tierras está
totalmente bloqueada.
Antes de acabar la
visita hubo la oportunidad de degustar los productos de la finca con un
didáctico coloquio entre los visitantes y el productor donde se pusieron de
manifiesto una serie de afirmaciones relacionadas con este mundo de la
producción responsable y su comercialización que merece poner de manifiesto.Muchísimas gracias a los anfitriones (YOLANDA Y JOSE ANTONIO) por la recepción a nuestra visita
Vitoria-Gasteiz
16 de julio 2012
Texto de Alberto Lopez de Ipiña y Fotografías Gaspar García Pellitero
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